Cuenta la historia que en 1997, después de unos Juegos Nacionales Universitarios, el por entonces encargado del deporte federado en la UNLP, Delfor de la Canal, convocó a quien había armado un seleccionado de rugby especialmente en ese torneo para que pusiera en marcha el proyecto de crear un equipo propio de esa disciplina. Entusiasmado, este joven entrenador sugirió también el nombre de un amigo y colega que ya se había ganado el reconocimiento del ambiente del básquet platense para que hiciera lo mismo con su deporte. Y así, con Guillermo Pujol y Javier Orlandoni a la cabeza, al poco tiempo la ovalada y la naranja comenzaron a escribir en hojas de Roble su propia historia que ahora cumple 20 años.

Y como bien lo merecía la ocasión, hubo festejo en el Campo de Deportes con la presencia de un centenar de jugadores de ambas disciplinas que compartieron una tarde de pileta y luego una cena de camaradería.

Desde varios puntos del país llegaron ex jugadores que supieron ponerse la camiseta de la UNLP cuando el básquet no tenía ni siquiera cancha propia o cuando logró su primer título local, por ejemplo. O algunos rugbiers de las primeras camadas, con menos pelo y muchos más kilos que en sus épocas de gloria que igualmente se dieron el gusto de jugar un rato entre amigos.

Lo que quedó fueron un montón de anécdotas y la promesa de que ésta haya sido la primera de varias juntadas y que se puedan sumar jugadores de todas las disciplinas que han sabido llevar a la UNLP a lo más alto del deporte universitario nacional.